Si 2022 fue el año de las guerras: la de Ucrania, la del agua y la del fuego, el 2023 ha sido el año de la sequía, de las olas de calor incesantes y de fuertes granizadas que nos han sorprendido y han causado importantes daños en los cultivos alicantinos. ASAJA Alicante ha destacado que la nueva PAC es más restrictiva que nunca y que la incertidumbre por la disponibilidad del agua del Trasvase Tajo-Segura ya comienza a tener consecuencias, como el desabastecimiento de sandía durante el verano.
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